En el convento franciscano existen dos dependencias contiguas cuya utilidad es incierta, aunque se puede especular que pudieron haber sido utilizadas como enfermería, dada su ubicación en la planta baja, un lugar comúnmente destinado a esta función. Sin embargo, ningún otro indicio concreto proporciona pistas definitivas sobre el uso de estas salas.
La primera de las dependencias se encuentra bajo una bóveda de doble arista, sostenida por arcos rebajados y de medio punto. A la derecha, la bóveda descansa completamente sobre el muro, mientras que a la izquierda se apoya sobre los pilares de unos arcos cegados, unidos en su base por un poyete o banco corrido. Esta sala conserva el piso original, y la única ventana que poseía ha sido cegada en la pared de la izquierda. La dependencia siguiente es más pequeña, pero similar en todo a la que le precede. Tiene dos hornacinas a la derecha.
Estos elementos arquitectónicos sugieren que la dependencia podría haber tenido un propósito distinto al de las áreas de tránsito o de uso común.
